Tras la muerte de su madre en 2016 Villena empieza a escribir Mamá, uno de sus libros más íntimos.
«Es este (lo sé) un extraño libro. Desde luego no es mera memoria ni menos una cabal biografía de mi madre, es mejor una mezcla de relato y oración, de diálogo abrupto y de mantra que repite y se obsesiona, de cantinela que busca con vela en lo oscuro por los caminos mismos. Es una plegaria y una obsesión. No hay amor sin daño y sin éxtasis, y la parte más débil queda siempre tremendamente desamparada. Por eso el grito que resuena no es el de ella ―que descansa plácida― es mío el grito desgarrador y solitario que se oye. Estepario lobezno, tras la pérdida. Medio lírico, medio fervoroso, medio maldición, medio plegaria sumisa y dulce, este Mamá es una evocación y una oración susurrada. El recuerdo obstinado de un inigualable amor terrible, que marcó ―y marca aún― mi vida entera. Susurro, beso, letanía, aullido. Oración, al fin.»